Los juegos sensoriales desarrollan en especial los sentidos del niño (oído, olfato, vista, tacto, gusto).
“¡YO ESCUCHÉ…!”
Nro de jugadores: mínimo 5, máximo 20
A partir de: 5 años
Materiales: campanitas, matracas, objetos que hagan ruidos distintos y lo más identificables posible
Cómo jugar:
Todos los jugadores se hallan en una habitación, atentos a lo que van a oír. El conductor, o uno de los jugadores dirigido por éste, deja oír detrás de la puerta o lugar aislado pero cercano, diversos ruidos con los elementos presentados con anterioridad, por ejemplo, tintineo de una cuchara contra un vaso, campanilla, matraca, silbido, armónica, papel rompiéndose, etc., en total unos cinco ruidos por vez (de acuerdo a la edad).
Uno por vez, los niños deberán ir diciendo qué elementos hicieron sonar, comenzando cada vez con “Yo escuché…”. Si olvida alguno, el siguiente deberá completar la lista, y así hasta completarla.
Como variante y, de nuevo, dependiendo del grupo y de su edad, se pueden dejar oír los ruidos y que respondan en conjunto, o levantando la mano, etc. (intentar que todos participen en ese caso), o también aumentar la dificultad pidiendo que digan en orden qué ruidos escucharon, o pedirles que reproduzcan ellos esos sonidos.
Variante 5 años avanzado: luego de la puesta en común de cada secuencia de ruidos, cada niño anotará “como pueda” en un papel la lista de sonidos que se escucharon.
LA RATITA
Nro de jugadores: mínimo 8, máximo 20
A partir de: 5 años
Materiales: un bollito de papel o algún material que haga ruido al estrujarse (ej rascar con las uñas un pedazo de plástico o madera)
Cómo jugar:
Todos los jugadores se disponen sentados en círculo, uno al lado del otro. Se define quién será la “ratita”
El bollito de papel o material elegido circulará de mano en mano, por la espalda de los jugadores. De vez en cuando, alguno producirá el ruido según el elemento, y la “ratita” con su agudo oído deberá adivinar quién lo tiene. Si acierta, ocupará el lugar del jugador, el cual se convertirá en “ratita” en su lugar.
Si hay dificultad para adivinar, la “ratita” será cambiada de oficio al cabo de unos minutos.
EL ZOOLÓGICO
Nro de jugadores: mínimo 10, máximo 20
A partir de: 6 años
Materiales: vendas para los ojos (opcional)
Cómo jugar:
Se les dice en secreto a cada jugador el nombre de un animal, procurando que dos niños tengan el mismo (por ej., a 2 niños les tocará el gato, a 2 el perro, etc.), y teniendo en cuenta de que sean animales cuyo sonido se pueda reproducir fácil. Nadie debe mencionar el animal que les tocó.
A una señal, todos lanzan el grito del animal que les tocó, procurando encontrar a su compañero. Cuando lo han encontrado, corren a la meta junto al conductor del juego, que estará algo alejado. Los dos primeros que llegan son quienes ganarán.
Variante: según la edad y grupo, todos los jugadores se vendarán los ojos e intentarán encontrar a su compañero solo guiándose por el sonido.
Variante 2: Solamente uno de los dos compañeros de cada pareja llevará los ojos vendados. Los “vendados” estarán en un extremo de la habitación y los no vendados en la opuesta. A la señal, los que sí ven son quienes gritarán su sonido, pero estarán inmóviles esperando a que los “vendados” los escuchen y lleguen a tientas hasta encontrarlos, guiados por su compañero.
FRÍO… CALIENTE
Nro de jugadores: mínimo 8, máximo 20
A partir de: 6 años
Cómo jugar:
En ausencia del jugador se esconde un objeto que éste intentará descubrir.
Según se aleje o acerque al objeto, los demás jugadores dirán “frío” o “caliente” (o “tibio” si se quiere)
Variante 1 (a partir de 7 años): en lugar de dirigir la búsqueda por medio de palabras, los jugadores palmotean todos, más o menos fuerte, más o menos rápido, a un ritmo dado, según si el que busca se aproxima o se aleja del objeto escondido.
Variante 2 (a partir de 6 años): después de haber examinado el tesoro (caja, libro, etc.), todos los jugadores salen, mientras que el conductor lo esconde en algún lugar difícil de ver. Todos los jugadores vuelven a entrar en silencio y realizan una inspección. En cuanto un jugador lo descubre, lo comunica al conductor y permanece a su lado. Pierden los dos últimos en encontrar el objeto.
¿QUIÉN ES?
Nro de jugadores: mínimo 6, máximo 10 A 12
A partir de: 6 años
Cómo jugar:
Los jugadores se hallan reunidos. A una señal del conductor, cierran los ojos. El conductor toca el hombro a uno de ellos, el cual abre los ojos y se esconde sin hacer ruido. A una segunda señal, los demás abren los ojos. Gana el primero en descubrir quién desapareció.
Variante: En ausencia de 1 jugador, los demás cambian de lugar entre sí y uno se esconde. Cuando el que había salido vuelve a entrar, tiene que descubrir quién desapareció. Si lo adivina, el escondido toma su puesto y sale. Si no lo adivina, vuelve a salir y se empieza de nuevo eligiendo otro jugador.
JUEGO DE KIM
Nro de jugadores: mínimo 3, máximo 15
A partir de: 5 años
Materiales: Diversos objetos comunes: bowl, vaso, lapicera, etc. Lápices o lapiceras y papel.
Cómo jugar:
Se colocan encima de una mesa los objetos elegidos (5 a 10 para empezar). Se deja a los niños que los observen durante unos pocos minutos. Luego, se tapa la mesa o salen todos de la habitación. Cada niño hace una lista de las cosas que vio. Gana el que haya dado la mejor respuesta.
Variante: Se retira o se agrega un objeto de la mesa a escondidas, y gana el primero que identifica qué objeto se sacó o agregó, según el caso.
Variante 2: Se nombra o hace lista de los elementos por orden de colocación.
LAS CARTAS DE COLORES
Nro de jugadores: mínimo 3, máximo 10
A partir de: 5 años
Materiales: 30 cartones de colores diferentes (2 de cada color) y 1 cartón con todos los colores reunidos. Todas del tamaño de una carta de baraja o un tamaño que permita el manipularlas.
Cómo jugar:
Los jugadores se hallan reunidos alrededor de una mesa. Las cartas se distribuyen 1 a 1 hasta que se acaben. El juego consiste en formar parejas de colores, pero para poder descartarlas en la mesa, tienen que poder nombrar el color. Un color mal nombrado es rechazado y el jugador vuelve a tomar las cartas. Los cambios se realizan de la siguiente manera: por turno, cada jugador toma una carta del juego de su vecino (sin haberla visto antes). Si tiene la pareja, las descarta sobre la mesa nombrando el color.
Cada jugador que logra desechar todas sus cartas se retira del juego, y el que se queda con la carta de todos los colores pierde.
Para los más pequeños, se puede empezar con parejas de los colores primarios o más conocidos, y luego ir haciendo entrar en el juego un nuevo color, lo que irá aumentando su conocimiento.