¡A jugar!

El juego es la misma expresión de la vida, jugar es vivir.

Con sus manos que descubren, el bebé se entretiene con su chupete, con los juguetes de goma o de trapo, continúa despertándose a la vida.

Más tarde, al pequeño le gusta estar rodeado de cubos, de automóviles, de muñecas o complemente de cajas y materiales muy sencillos que le permiten expresarse. Al observar sus juegos puede advertirse entonces que, incluso si tiene la suerte de tener hermanos u otros pares, conserva cierta individualidad y juega solo entre los demás.

Sin embargo, poco a poco busca compañía para enriquecer su propio juego. Ésta es la edad en que divide el mundo en “agradable” o “desagradable”, descubre cosas como que es más agradable correr detrás de un pequeño compañero para atraparlo que dar vueltas solo alrededor del patio, y comienza a compartir su juego.

El fondo de fábula forma parte de casi todos los juegos del niño (jugar a ser… dragón, héroe, etc..) y siente afición por lo maravilloso, pero al mismo tiempo tiene la necesidad de imitar.

Los juegos

Las reglas tienen que ser sencillas. La presentación bajo la forma de una historia será la más atrayente, y por consiguiente la más fácil de retener y de seguir. No hay que temer a las variantes que, algunas veces, son creadas por los propios niños. Incluso pueden permitir una constante participación de cada jugador (por ejemplo, alguien que pierde puede tener hasta el final del juego algún papel secundario, aunque sea el contar los puntos o llevar el compás de una canción con los pies o manos, etc).

Entonces, puntualizando:

  • Sencillos
  • Presentados en forma de historia
  • Con reglas flexibles

Número:

El número conveniente va a depender del mismo juego, ya que determinadas partidas carecen de interés cuando se inician con demasiados o insuficientes participantes. De todos modos, con los más pequeños conviene hacer grupos pequeños o de no más de veinte para no perjudicar la tranquilidad, disciplina mínima necesaria y participación efectiva de cada jugador.}

Edad:

Un juego demasiado complicado para la edad corre el riesgo de fracasar o de ser mal jugado, impidiendo el papel formativo del juego.

Materiales:

Es conveniente tener siempre a disposición un cierto número de material:

  • Cintas multicolores con distintos matices
  • Numerosos pañuelos o cuadrados de tela que puedan convertirse en vendas para los ojos, alas de mariposa, delantales, etc.
  • Tizas para delimitar líneas de campo
  • Bolos, cajas de diferentes tamaños
  • Pelotas varias, de plástico, de trapos anudados, de goma, etc.
  • Papeles y lápices, crayones, marcadores, etc.
  • Instrumentos productores de ruido (campanillas, matracas de plástico o creadas con envases llenos de elementos que suenen al agitar)
  • Mesas, asientos, almohadones y/o lonas o placas de goma eva para sentarse en el piso

Aquí les dejamos varios juegos de ambas categorías: